Alaia nació del amor por los jabones...
 
Siempre me encantaron: los buscaba, los coleccionaba, los disfrutaba. Esa curiosidad me llevó a preguntarme qué había detrás de cada fórmula… y así comenzó todo. Decidí estudiar, aprender sobre ingredientes naturales y entender cómo cuidar la piel con respeto, sin químicos agresivos ni promesas vacías.
 
Empecé haciendo jabones para mí, para mi familia y amigos. Con el tiempo, esa pasión creció y me animé a crear champús sólidos, acondicionadores, bálsamos y otros productos, todos con el mismo enfoque: cuidar la piel y el cabello de forma natural, sencilla y honesta.
 
 
 

 
Cuidar la piel también es una forma de amar lo que Dios nos dio.
 
Cada producto de Alaia está hecho con ingredientes vegetales, aceites nobles, extractos puros y una profunda convicción: la belleza nace cuando cuidamos con propósito. No buscamos esconder imperfecciones, sino acompañar procesos, respetar la creación y ofrecer una alternativa saludable y transparente.
 
Hoy, Alaia sigue creciendo con nuevos productos, manteniendo siempre su esencia: crear desde el corazón, con respeto por la piel, por la vida y por el propósito que guía todo lo que hacemos.